“ Su arte labra esas mansiones de recelo y capricho con talento de abejas
la decoración viene de la naturaleza
(…) de la geometría o de los cristales de nieve
y hay algo de inaudito y de fantástico en todo esto
de manera tal que viene al pensamiento esas moradas ilusorias
en que habitan los inmortales príncipes de los cuentos”
Rubén Darío
No evito la tentación de visitar en diferentes épocas del año los palacios Nazaris buscando los meses en los que hay menos turistas para poder escuchar mas detenidamente con la mirada , y a ser posible sentado en el suelo tal como lo disfrutaban quienes los crearon, buscando sentirme en aquellos tiempos transportado. Aquellos artistas creadores buscaron sin duda maravillar a quienes penetrasen en las salas provocando la sensación de haber penetrado en estancias mágicas que activan los seis sentidos , los cinco, mas el sentido de lo sagrado.
Cuando contemplamos el amanecer , el mar , o penetramos en el santuario de la naturaleza nuestra mente profundiza en su raíz se aquieta y estamos listos para ensoñar.
Los ojos se convierten entonces en un vehículo hacia la admiración, la mirada en un puente que da paso a nuevas dimensiones a las que aunque quisiéramos evitarlo no podriamos pasar ajenos , inadvertidos.
Los Mandalas de la india es sabido que al concentrase sobre ellos provocan estados acrecentados de conciencia. Lo mismo sucede en la Alhambra donde la geometría la matemática, precisa reflejo del creador y la creación, presente en lo alicatados , en las yeserias , en las cúpulas plagadas de mocárabes y en el mosaico impredecible provoca silencio y admiración.
Pienso que Yusuf I como amante de la arquitectura y las ciencias de todo oriente y occidente, buscaba crear no solo palacios externos, sino efectos en el interior de las personas para recordarles talvez su dimensión mágica y espiritual. No eran simples estancias donde vivir y ese poder de acrecentar la conciencia a través de contemplar la belleza de lo creado estaba además mas acrecentada aun por las características telúricas del terreno donde se asienta la Alhambra.
Se buscaba el silencio.
Se encontraba la paz.
Así en el salón de embajadores puede leerse :
“ Di pocas palabras y saldras en paz “
“El mundo geometrico del mosaico entronca con la idea obsesiva de la unidad de Dios.
La multiplicación parte de la unidad y es además una forma de probar la unidad original germen de todo lo creado.
Cualquier especulación matemática es reflejo de la divinidad y sus infinitas formas.
Los árabes se esforzaron por escudriñar en los conocimientos helénicos y del antiguo Egipto así como de la India de donde introdujeron el importante concepto del cero. Todos aquellos valiosos conocimientos llegaron a occidente de su mano aportando sus propias investigaciones en el campo de la astronomía, la medicina , la ingeniería y todas las demás ciencias “
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